Reinventando el mosaiquismo

   J
Jugando con el material que teníamos 
encontramos una nueva forma de hacer mosaiquismo,
 y la adoptamos como propia.
Primero componemos con collage o con pintura sobre el soporte.
Cortamos pequeñas teselas de vidrio y las pegamos sobre el diseño,
 y por último, rellenamos con enduído plástico... 
¡La reinvención no tiene límites!


Arte Al Divino Boton
Grupo de Diseño



REINVENTAR LA REALIDAD

por Gabriel Gutiérrez
“A menudo, el tesoro más hermoso está contenido en un cofre que no lo presagia”
Como una piedrita que cae sobre un estanque de aguas calmas y pone sobre aviso a todo el entorno, algo así ocurre cuando modificamos algo de nosotros mismos. La piedra al caer mueve el agua dando lugar a círculos que llegan a las orillas formando olas. El movimiento mueve y dinamiza lo que circunda al lago. Algo así sucede con nosotros. Somos un lago rodeado de fenómenos (la sociedad). En un momento dado, cae una piedrita (una crisis, un hallazgo, una decisión) y lo mueve todo. Las cosas empiezan a cambiar tal como el aire es movido por el aleteo de una mariposa. Una mirada poco atenta sólo detectaría agitación sin sentido, ruido y desorden. Sin embargo, es posible que una piedra cayendo sobre el lago que somos forme parte de un orden mayor, una lógica que nos engloba y que engloba a todas las cosas. La caída de esa piedra sería para el lago lo que la llegada de un cometa extra solar cargado de información microscópica que cayera imperceptiblemente sobre nuestras vidas. Piedritas cayendo y cometas fulgurando: ambos traen o generan una información. Descubrir y dar sentido a ese sutil código es cosa de la agudeza y amplitud de nuestra atención y apertura mental. Saber captar estos pequeños detalles constituye la materia prima para una reinvención en toda regla. Desde lo pequeño podemos influir sobre lo mayor.
Reinventar pasa por descubrir un nuevo sentido a lo que venía siendo habitual en nuestra vida. Los acontecimientos que componen la propia biografía, aún pareciendo objetos incrustados inamovibles, están en ese lago metafórico: cae una piedra y mueve sus aguas. Las consecuencias de este movimiento nos ayudan a descubrir que aquellas incrustaciones que parecían quietas se mueven, cambian su posición y empiezan a dialogar entre ellas y con nosotros de otra manera.